viernes, 7 de mayo de 2010

Rememorando por María José.

Cuando la brisa era tibia
y pasaba el tren humeando
bajaba a la vías a recoger
los restos de carbón
para tiznarme las manos,
negras las palmas,
negras las uñas.

Y se alejaban los vagones
con su pitido penetrante,
interminable y doloroso.
El traqueteo sobre las vías,
las piedras saltan bajo el tren.
Negras las piedras,
negras las vías.

Y ahora, gusto que me llamen María
"María, sube aquí inmediatamente"
Y yo subo, para no volver a bajar y
no tiznarme más las manos,
que ya está bien de tanto carbón,
de tanto jugar a mancharme,
y de "tanto hacer el indio"


(Tenía que escribir algo sobre trenes, no había más remedio...)

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