jueves, 29 de abril de 2010

Circunstancias 5.0 por Oly

De nuevo la persona anónima se asoma a la ventana. Aunque, esta vez es a una diferente: a la de su infancia y juventud.



La Anciana sigue meciéndose en la silla que tiene justo al lado de la ventana. Desde hace mucho los años no pasan por ella. Siempre es el mismo día. Por momentos se acuerda de algo –Quién es, instantes fugaces de su vida, del niño que juega en la alfombra…- y una lágrima recorre su mejilla. Después, olvida de nuevo.



Porros fuma en el banco del parque bajo la leve lluvia nocturna. Piensa en todo lo que perdió por Eva. No solo algunos de sus dientes, sino también a Ella. Desde ese banco se ve su ventana iluminada. “Seguro que está escribiendo” piensa Porros. Da una calada más y la añora. Al fin y al cabo, Ella fue lo único real.



Al otro lado de la ciudad, los de la capital se asientan en su nuevo hogar, kilómetros más lejos de donde nacieron. Ven todo lo que han conseguido y una sonrisa se dibuja en sus rostros. Este pequeño lugar no es el paraíso pero, para los de la capital, se le asemeja.


"No puedo seguir…" se oye en un susurro lejano la voz de Valiente. "Cuando apenas me he levantado, vuelvo a caer. Dios mío, dame fuerzas para seguir".



Ella escribe a altas horas de la noche. Sabe que Porros está en el banco del parque que da a su ventana. Tal vez por eso no ha bajado la persiana. Se reprocha no haber conseguido alejarle de Eva. “¿Habrá pensado en mí?”. Ahora él tiene una familia. Y Ella… toda una vida por delante.



Abrumada por los recuerdos de su pasado, la persona anónima se aleja de la ventana. La cierra parsimónicamente tratando de alargar ese momento. Sabe que pasará mucho tiempo hasta que se asome otra vez a esa vista que nunca mira realmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario