jueves, 29 de abril de 2010

Circunstancias 8.0 por Oly

Perdida en su nuevo futuro, la persona anónima fuma asomada a la ventana.


Vivían uno al lado del otro en un barrio obrero.
Así fue como Ella y Porros se conocieron.
Crecieron juntos, y la mayoría de sus “primeras veces” fueron juntos también.
Un día, muchos años después, se miraron sin reconocerse.

Calada tras calada, así pasa la vida de Porros. Son las dos de la madrugada, y por primera vez en días, no llueve. Sentado en el banco del parque que da a la ventana iluminada de Ella, rememora…
“Tienes los ojos más verdes que he visto nunca… Cuando seamos grandes, me casaré contigo, y te construiré un palacio”. Sonríe a la negrura mostrando los pocos dientes que le quedan -a causa de Eva-. Ésa fue la primera frase que le dijo a Ella, cuando a penas tenían seis años. La vida de Porros empezó –y acabó- con Ella.
Se esfuerza, pero no recuerda cómo llegó a esta situación… Crecieron juntos, y, a la vez que pasaba el Tiempo, su amor aumentaba. En un segundo de su adolescencia, pasaron de compartir litros y caladas en el parque a… esto.
<< ¡Ella debería ser la madre de mi hijo!>>.
En un segundo de su adolescencia, Porros rompió su promesa.

Agotada, Ella lucha por mantenerse despierta. Sabe que Porros está ahí abajo, en el parque, sentado en el banco que da a su ventana. Ella no baja la persiana… Ésa es la monótona conversación que tienen todas las noches: Ella escribe en su cuarto y Porros observa su ventana iluminada desde el banco del parque.
“Y yo lucharé siempre por ti. Nunca me rendiré… pase lo que pase”. Las lágrimas amargas emborronan lo que Ella escribía al recordar la primera frase que le dijo a Porros, cuando a penas tenían seis años.
¿Cuándo se separaron sus caminos? Ella lo sabe muy bien: Porros le ofreció algo nuevo, pero la belleza y las promesas de Eva no la engañaron. Fue sólo un segundo en su juventud. Ella espetó << ¡No!>> y se alejó. Justo ése fue el final de su vida juntos.
En un segundo de su juventud, Ella rompió su promesa.

Ella se hizo una mujer, persiguió sus sueños.
Porros destrozó su vida por un minuto de alivio con Eva.
Ella tiene una vida por delante.
Porros sólo tiene un pasado que olvidar.

La persona anónima enciende otro cigarrillo y permanece asomada a la ventana. Pero esta vez no observa lo que sea que siempre mira. Sólo cierra los ojos y siente la música de Chopin en el alma.

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