Cada vez que sonrío,
Miento.
Cuando digo que me importas,
Miento.
Me emborracho
De palabras y música.
Y, después de todo,
Miento.
Mentí
Al mirarte a los ojos.
Mentí
En cada caricia.
Mentí
-¡Incluso!-
Al mirarme al espejo.
Camino por calles bulliciosas.
Oigo a la gente.
Miento
Al escucharlos.
Me mentí
Toda la vida
Siendo quién no era.
Y, ahora,
¿Quién me asegura
que no miento también?
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