jueves, 29 de abril de 2010

Libertad por Oly

Cinco minutos...

Sólo tengo cinco minutos antes de que vuelva.

Mi mente se dispersa ante las perspectivas de lo que puede hacer.
Divaga... Sueña... Sonríe ante esa libertad... Visiona un futuro...
Se acuerda de aquel chiste que le contaron hace tanto tiempo... ¿O tal vez no tanto? A penas consigo distinguirlo. Para mí, el tiempo es ahora tan relativo. Se va, viene, fluye, y se vuelve a ir corriendo...

Cuatro minutos.

Me pierdo en aquel libro que leí un día. Paseo por las calles de una ciudad a la que puede que nunca vuelva. Beso unos labios carnosos que a estas alturas ya deben estar congelados. Bebo un trago de Belenos y el frío líquido recorre mi garganta. Me muero de placer...

Tres minutos.

Mi mente se impacienta tratando de elegir qué hacer. Da vueltas y vueltas. Me empiezo a marear... tal vez es porque otra vez se me ha olvidado respirar. Cuánto cuesta acordarse de eso a veces. Pienso en todas las lecciones que me han enseñado. En las clases de Filosofía del instituto. En el olor a café recién hecho. Recuerdo un acontecimiento que aún no ha pasado...

Dos minutos.

Un anciano pasea por la calle levemente apoyado en su bastón mientras yo fijo la mirada en él. Trato de urdir un plan perfecto para escaparme... Esta vez no fallará, será como en las peliculas... Río. Río a pierna suelta, escuchando mi voz varias veces. El eco la repite. Y yo río...

Un minuto...

El pánico se apodera de mi mente. Mi cuerpo se agarrota. La risa se hace aún más fuerte debido al nerviosismo.

Treinta segundos.

...Y barrieron la basura.
Y el Sol acabó con la Luna...

Diez segundos.

Se acabó. Éste es el fin. Gruesas lágrimas derraman mis ojos. Casi no puedo ver. Siento el dolor. Me echaré de menos...

Un segundo.

(Silencio).

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